martes, 23 de marzo de 2010

Dos ruedas, un destino



Siento el viento en mi cara,

es una sensación muy hermosa.


Siento que la carretera,

es un hermoso ser,

me guía en cada curva,

no soy el dueño de la trazada,

es la propia curva, la que me guía. 


Me siento un caballero, 

en un caballo de dos ruedas,

no pienso en nada, 

recorro cada camino, cada ruta.


Tenemos unos códigos,

como verdaderos caballeros.

Tenemos unas directrices.

¡Ayudar y acompañar!

Nunca dejar tirado a nadie,

respetamos ese código.


En concentraciones, 

nos divertimos, 

como si de una gran familia, se tratase. 

Si nos adelantan,

saludamos con el símbolo de la victoria,

si la mano la tenemos ocupada, 

saludamos con el pie, 

siempre devolvemos el saludo. 


No somos mala gente,

a pesar de lo que piensen. 


No somos todos iguales,

hay algunos indeseables, 

que confunden a la gente. 


No los queremos con nosotros, 

si se fijan, andan solos,

no los acompaña mi gente.


Pues viven en interminables piques,

para demostrarse, 

solo a ellos mismos, 

que no le tienen miedo, 

al trazado de esa curva, 

que un día les dará muerte.


Este es un poema,

que dedico a mi gente,

a todos esos motoristas,

que un desafortunado día, 

se encontraron con esa curva, 

esa recta, ese cambio rasante,

ese desafortunado día, 

que encontraron,

la muerte.


Firmado: oswen

2 comentarios:

! EMBRUJO ! dijo...

las motos me dan miedo, se mataron dos amigos mios con ellas, me gusta las carreras de motos pero en el deporte... jamás he querido montarme en una, y pienso que se debe ir comodo y feliz subida en una de ellas jajaja soy miedosa me tengo que sentir los pies en el suelo bien apoyaos jajja besitoss ya ves voy leyendo todo tu blog pokito a poco ya voy a preparame para mi paseo matutino aunque hoy ha amanecido gris como yo

antoniolopezmolina.blogspot.com dijo...

Querida amiga Embrujo, las motos no son malas, son los conductores imprudentes o la mala suerte las que generan las desgracias, yo hace más de 25 años que soy motorista y por desgracia he visto de todo.
La verdad es que como describo en la entrada, las sensaciones son especiales, es como cuando estas a galope en tu caballo por la playa o por la era, sientes el viento acariciando todo tu se, quieres que nunca se termine y escuchas el respirar del caballo, satisfecho por la carrera efectuada, en la moto es lo mismo amiga Embrujo las ruedas son la patas del caballo y su respirar el ruido de los tubos de escape, jajajajaja se nota que me gustan las motos y los caballos.
Un fuerte abrazo de tu amigo Antonio

Para ti, lector/a

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